Nacional y Peñarol están disputando instancias decisivas de la fase de grupo de la Copa Libertadores y ambos están bastante complicados.
Peñarol luego de malograr un penal y empatar con Cerro Porteño, quedó ya sin chances de avanzar a octavos de final de la copa, y pende de un hilo también para poder clasificar tercero y meterse en la Sudamericana.
Nacional por su parte, después de perder un partido de manera insólita contra Vélez Sarsfield, pasó de depender de si mismo a quedar último en el grupo y ahora verse obligado a ganarle a Bragantino y depender de que en la última fecha Vélez no sume contra Estudiantes.
Más allá de esto, llama realmente la atención las actuaciones de los denominados «grandes» del fútbol uruguayo a nivel internacional. Ya no hay mayor respeto por ellos, y cualquier cuadro les juega de igual a igual no solo de local, si no también cuando vienen a Uruguay. Sumado a esto, el juego colectivo es casi nulo. Cuesta mucho ver ideas de juego claras, jugadas preparadas, triangulaciones, desbordes, etc.
De seguir así, va a ser difícil, por no decir imposible, volver a ver a los grandes definiendo torneos continentales como en otras épocas.